Revelan el misterioso origen de una lluvia de estrellas fugaces

Las Gemínidas iluminan el cielo a su paso por la Tierra cada diciembre, produciendo una de las lluvias de meteoros más intensas del cielo nocturno.

Fotografía de una lluvia de estrellas fugaces de las Gemínidas. Se aprecian varias estelas luminosas dejadas por otras tantas estrellas fugaces. / NASA / Lauren Harnett

Los misterios que rodean al origen de esta nube de meteoroides han intrigado durante mucho tiempo a los expertos porque, mientras que la mayoría de las nubes de meteoroides que generan lluvias de estrellas fugaces se crean a partir de la cola de partículas de hielo y polvo emitida por un cometa, las Gemínidas proceden de un asteroide, un cuerpo rocoso que normalmente no produce cola. El asteroide en cuestión es Faetón (Phaethon), el número 3200 del catálogo oficial de asteroides.

Cuando un cometa se acerca al Sol, se calienta y su superficie rica en hielo desprende una cola de gas que, a su vez, arrastra pequeños trozos de hielo y polvo. Este material continuará arrastrándose detrás del cometa mientras permanezca al alcance de la atracción gravitatoria del Sol. Con el paso del tiempo, este proceso repetido llena de material la órbita del cuerpo progenitor hasta formar una nube de meteoroides.

Pero dado que los asteroides como Faetón están hechos de roca y metal, no suelen verse afectados por el calor del Sol como los cometas. Entonces, ¿qué causó la formación de la nube de meteoroides de Faetón?

Además, otro enigma es que dicha nube de meteoroides sigue una órbita ligeramente distinta de la de Faetón, sobre todo cuando está más cerca del Sol.

Hasta hace poco, las Gemínidas solo se habían estudiado desde la Tierra. Ahora, Wolf Cukier y Jamey Szalay, de la Universidad de Princeton en Estados Unidos, han utilizado observaciones realizadas por la sonda espacial Parker de la NASA para investigar más a fondo el misterioso origen de las Gemínidas.

Algunos estudiosos sugirieron que Faetón podría ser en realidad un cometa que perdió toda su provisión de nieve y hielo, dejando solo un núcleo rocoso parecido a un asteroide. Sin embargo, las nuevas observaciones realizadas por la Parker muestran que, aunque parte de la actividad de Faetón está relacionada con la temperatura, es muy probable que la creación de la nube de las Gemínidas no se debiera a un mecanismo cometario, sino a algo mucho más catastrófico…

El análisis de los datos ha conducido a una conclusión inesperada: probablemente fue un acontecimiento violento y cataclísmico (como una colisión a gran velocidad con otro cuerpo) lo que creó las Gemínidas. Un origen de este tipo encaja bien con el comportamiento anómalo de las Gemínidas.

El estudio se titula “Formation, Structure, and Detectability of the Geminids Meteoroid Stream”. Y se ha publicado en la revista académica Planetary Science.

NCYT