Historia y misterios de Stonehenge, uno de los lugares más enigmáticos de la humanidad

Sabemos muy poco sobre la sociedad que construyó Stonehenge. Ni siquiera los expertos tienen una conclusión sobre cómo pudo erigirse.

El monumento de Stonehenge, de cerca de 5.000 años de antigüedad, aproximadamente, se sitúa en Wiltshire (Inglaterra). Es uno de los monumentos megalíticos más estudiados por los científicos durante siglos. Y aunque nuestro conocimiento de la estructura ha aumentado enormemente en los últimos años, persisten las interrogantes sobre su verdadero propósito.

Stonehenge se ubica en la planicie de Salisbury (a unos 130 km al oeste de Londres). Diversas investigaciones estiman que fue construido por varias generaciones, a lo largo de 1,600 años, durante el periodo prehistórico del Neolítico.

Algunos de los gigantescos monolitos miden hasta 5 metros de longitud y se encuentran completamente enterrados en un suelo fértil. Los investigadores califican al monumento de “una escala extraordinaria”.

Sabemos muy poco sobre la sociedad que construyó Stonehenge. Aunque hay muchas teorías y leyendas fascinantes en torno a su creación, ni siquiera los expertos más entendidos pueden llegar a una conclusión definitiva sobre cómo pudo erigirse, ni con qué propósito, esta magnífica masa de rocas.

Los primeros estudios

Stonhenge comenzó a ser estudiado a nivel arqueológico a partir de la década de 1660, cuando el anticuario John Aubrey lo examinó por primera vez. Aubrey atribuyó Stonehenge a los celtas, al creer que era un centro religioso presidido por sacerdotes druidas, aunque esto fue desmentido años después.

El primer científico que asoció la astronomía con Stonehenge fue el reverendo Edward Duke. Este investigador describió el monumento como “un planetario lleno de alineaciones astronómicas significativas”. Sin embargo, la mayoría de sus ideas eran más místicas que científicas.

Por otro lado, Sir Norman Lockyer fue el primero en identificar el propósito de la orientación de Stonehenge cuando se dio cuenta de que en el solsticio de verano del segundo y tercer milenio a.C. el Sol salía precisamente en el punto del eje principal.

El autor Gerald Hawkins, en su libro Stonehenge Decoded, explicó cómo encontró 165 puntos medibles que se alinean astronómicamente con la Luna y el Sol y no con ninguna estrella o planeta interior visible a simple vista, entre los que se encuentran Saturno, Júpiter, Mar, Venus y Mercurio.

También descubrió que los eclipses lunares podían predecirse con precisión mediante un sistema de piedras móviles alrededor de los Agujeros de Aubrey.

Entre la ciencia y la religión

En la actualidad, Stonehenge divide opiniones entre los que lo consideran un lugar sagrado y los que creen que se empleó como un observatorio científico. Ambos bandos concuerdan en que el conjunto tiene evidentes alineaciones con el sol y la luna, lo cual sería una prueba de que se llevaban a cabo rituales relacionados con el cambio de estaciones y los solsticios de verano e invierno.

Cada junio, justo en el día más corto del año, miles de visitantes de todo el mundo acuden a Stonehenge. Una vez situados en este sitio, la dinámica es la siguiente: girar hacia el noreste y disfrutar de la vista del amanecer del solsticio de verano entre las piedras.

El espectáculo es tan impresionante que los científicos se han preguntado durante siglos si el círculo de piedras de Stonehenge se habrá construido como escenario para el solsticio.

Stonehenge, según el folclore

El misterioso pasado de Stonehenge ha dado lugar a innumerables historias y teorías. Según el folclore, Stonehenge fue creado por el mago de la leyenda artúrica, Merlín. Este personaje transportó las enormes piedras desde Irlanda, donde los gigantes las reunieron, según la visión del escritor Geoffrey de Monmouth.

Otra leyenda dice que los invasores daneses levantaron las piedras, y existe otra teoría que dice que eran las ruinas de un templo romano. Existen otras versiones más extravagantes que sostienen que Stonehenge es una zona de aterrizaje de naves espaciales extraterrestres. Quizás la más extraña de las explicaciones sobre el significado de Stonehenge es que se trata de un gigantesco símbolo de fertilidad con forma de genitales femeninos.

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