Estos son los secretos de hace 2,900 años que los científicos descubrieron en un ladrillo de arcilla

En un emocionante estudio científico, un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford ha revelado detalles asombrosos sobre la vida de los antiguos pobladores asirios a partir de un inusual artefacto: un ladrillo de arcilla. Este hallazgo, considerado una auténtica “cápsula del tiempo“, ha sido obtenido en las proximidades del río Tigris, cerca de la ciudad de Nimrud, arrojando luz sobre las prácticas de cultivo y la biodiversidad de hace miles de años en la región.

Scientific Reports

En un mundo que siempre ha sentido una profunda fascinación por las antiguas civilizaciones, este descubrimiento constituye uno de los más impactantes hasta la fecha. El ladrillo de arcilla, extraído del Palacio del Noroeste de Nimrud, construido alrededor del 879 a.C., ha permitido a los científicos acceder a información valiosa sobre las plantas que los asirios cultivaban y con las que compartían su entorno.

El proceso de extracción del ADN vegetal del ladrillo de arcilla ha desencadenado una oleada de revelacionesTroels Arbøll, investigador junior en la Facultad de Estudios de Asia y Oriente Medio de la Universidad de Oxford y coautor del artículo, explica: “Debido a la inscripción en el ladrillo, podemos asignar la arcilla a un tiempo relativamente específico en una región en particular, lo que significa que sirve como una cápsula de tiempo de biodiversidad de información sobre un solo sitio y sus alrededores”. Esta información es inmensamente valiosa, ya que ofrece a los investigadores un acceso inigualable a los aspectos cotidianos de la vida de los antiguos asirios.

La importancia de este hallazgo radica en su capacidad para descodificar el ADN escondido que se ha conservado durante milenios. A través de la secuenciación del ADN, los investigadores lograron identificar 34 grupos taxonómicos de plantas distintas que alguna vez crecieron en la región de Nimrud. Entre las especies identificadas se encuentran Brassicaceae (coliflor), Ericaceae (brezo), Betulaceae (abedul), Lauraceae (laureles), Selineae (umbelificadores) y Triticeae (pastos cultivados).

La Dra. Anna Pearson, representante de la Unidad de Investigación para la Conservación de la Vida Silvestre del Departamento de Biología de la Universidad de Oxford y autora del artículo científico, expresó su asombro por el éxito del proyecto: “Estábamos absolutamente sorprendidos de descubrir que el ADN antiguo, efectivamente protegido de la contaminación dentro de una masa de arcilla, puede extraerse con éxito de un ladrillo de 2.900 años de antigüedad“.

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Este logro no solo arroja luz sobre las antiguas prácticas de cultivo, sino que también subraya la importancia de la colaboración interdisciplinaria en la ciencia. La combinación de conocimientos y enfoques diversos permitió que este descubrimiento se llevara a cabo con éxito. Además, el método utilizado para analizar el ladrillo de arcilla sugiere que podría aplicarse en otros artefactos similares para descifrar los secretos ocultos de otras épocas y culturas.

En un mundo en constante búsqueda de conexiones con su pasado, este descubrimiento en Nimrud trasciende el tiempo, permitiéndonos comprender más profundamente cómo vivían y se relacionaban con su entorno los antiguos asirios.

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