Edificios inspirados en la naturaleza

La musa de los arquitectos que vamos a ver es la naturaleza. Con la arquitectura biomimética cada vez más presente, hacemos un recorrido por los edificios inspirados en la naturaleza, de una majestuosidad incontestable.

La naturaleza es refugio y ambiente hostil, da y quita por igual. Todos los seres vivos necesitan un lugar seguro que pueda, no tiene porqué ser literalmente, llamar hogar y aunque es cierto que el ser humano ha llevado esa habilidad hasta puntos extremos, todo sigue viniendo de la naturaleza. Hace tiempo que el hombre abandonó las cuevas, se asentó en pequeñas casas de adobe o piedra y fue dando lugar a las agrupaciones de población que hoy se han convertido en las ciudades masivas que ocupan parte del planeta.

El término ‘ arquitectura’ proviene de los términos griegos ‘arch-’ (“autoridad”) y ‘techné’ (“construcción”) y hace referencia al arte y las técnicas necesarias para concebir, diseñar y materializar lugares y estructuras habitables para el ser humano. Si bien es cierto que su primer objetivo era básicamente funcional y se centraba sobre todo en la vivienda, la arquitectura ha expandido sus horizontes y sus construcciones pueden seguir otros usos como el proporcionar un espacio de trabajo o el ocio y la relajación. Desde una precaria estructura de madera con la que guarecerse del viento hasta los impresionantes 828 metros de altura de la Burj Khalifa, la arquitectura es un elemento inherente a la capacidad humana.

Históricamente, esta disciplina ha ido sufriendo los cambios (estilísticos y estructurales principalmente) de cada momento y adaptándose a las necesidades de las nuevas sociedades. Como pudo pasar con la literatura o la pintura, la arquitectura ha traspasado sus límites y ahora se incluye como un arte más, y con razón. Arquitectos de todos los lugares y épocas han jugado con los espacios, las proporciones y los materiales para crear espacios capaces de conmover a quienes observen sus obras evocando sentimientos a través del ambiente diseñado. Algunos, que brillaban especialmente, eran capaces de ir un paso más lejos e integrar su obra en el entorno natural donde se encontraba de forma que encajase como un elemento más.

Isaac Newton decía que veía a Dios en la naturaleza y es innegable que el inmenso mundo que nos rodea es una fuente de inspiración inagotable. Precisamente para homenajear y (por qué no) celebrar esta alianza entre la humanidad y su entorno, estos son algunos de los edificios más impresionantes inspirados en la naturaleza.

Museo de Arte de Milwaukee (Estados Unidos)

El Museo de Arte de Milwaukee se encuentra en una de las principales ciudades de Wisconsin (Estados Unidos) y fue diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava (Premio Príncipe de Asturias de las Artes de 1999, entre otros reconocimientos). El museo, que alberga más de 35.000 obras de arte, con un diseño complejo y funcional, se inspiró en el Lago Michigan, uno de los cinco Grandes Lagos de Norteamérica. Por ello, su colosal techo de placas solares nos evoca unas alas blancas gigantes que se abren y se cierran como si de la vela de un barco se tratara o incluso las alas de un pájaro, controlando una pantalla solar de 90 toneladas. Este complejo edificio aúna la sencillez de la naturaleza con su espectacular funcionalidad.

Teatro Nacional de Taichung (Taiwán)

El arquitecto Toyo Ito se inspiró en la formación de las rocas, de las cuevas y el paso del agua, como si de un jardín zen gigante se tratara, para el diseño del Teatro Nacional de Taichung en Taiwán. El edificio comenzó a construirse en 2009 y acabó terminándose en 2016. Una geometría de cavernas naturales de 34.067 metros cuadrados que alberga tres espacios de representación: 2.014 asientos el ‘Grand Theater’, 800 asientos la ‘Playhouse’ y 200 asientos la sala ‘Black Box’. Sus muros curvos emplean una técnica de hormigonado importada de la construcción de túneles, basada en la proyección del hormigón en sendas capas con densidades variables. Sin duda es un edificio que evoca continuidad con el paisaje que le rodea, en contraste con las construcciones altamente poblados de los alrededores.

Casa de Algas (Alemania)

El BIQ (Biointeligencia o Bio Intelligent Quotient) o ‘Casa de Algas’ es un complejo realmente vivo. El ingenioso diseño del edificio cuenta con una fachada que incorpora microalgas que crecen y pueden controlar la luz que entra en el edificio y proporcionar sombra cuando es requerida. Las algas reciben continuamente nutrientes y dióxido de carbono del circuito de agua que fluye por la superficie de tan curiosa joya arquitectónica para realizar la fotosíntesis. Cuando las algas están lo suficientemente esparcidas por la superficie, son recogidas y empleadas para transformarlas en biomasa, que a su vez produce biogás, y volver a dar energía al edificio. BIQ es la primera casa del mundo cuya fachada está cubierta por biorreactores, instalados tanto en sus caras sur como sureste. Arquitectura sostenible gracias a las algas.

La Sagrada Familia (España)

El arquitecto catalán Antonio Gaudí se inspiró en los bosques para diseñar el interior de su gran obra maestra: ‘El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia’, que cada año recibe millones de visitas desde todos los rincones del planeta. El legado de Gaudí nos presenta columnas que parecen árboles y claraboyas con vidrio verde y oro que reflejan espectacularmente la luz, lo que aumenta la sensación de encontrarnos en un bosque que llama a la tranquilidad y al rezo. La Sagrada Familia comenzó a diseñarse en 1883 y la idea de su obra fue tan colosal que aun después de su muerte, se espera que el edificio se concluya en 2026.

Graz Art Museum (Austria)

El museo Kunsthaus Graz o Graz Art Museum es un edificio deslumbrante de arquitectura zoomorfa. Peter Cook lo diseñó de tal forma que el propio edificio se comunica con los viandantes a través de su fachada, pues la superficie está revestida de planchas acrílicas brillantes de color azul oscuro dotadas de luces fluorescentes que pueden programarse para que se enciendan mostrando diseños y animaciones que sorprendan a todos los viandantes.

Estadio Nacional de Pekín (China)

Diseñado por Herzog & de Meuron, el edificio fue construido como Estadio Olímpico para los Juegos de 2008 en Pekín, China. El original edificio está compuesto de un marco de acero inspirado en un colosal nido de pájaros, de hecho, se conoce como “el Nido del Pájaro”. Esta red de acero del exterior está cubierta por una membrana transparente, para darle ese aire natural. El edificio cubre un área de 250.000 metros cuadrados y cuenta con una capacidad para 91.000 personas. Se emplearon más de 110.000 toneladas de acero para hacer la estructura.

Edificio Gherkin (Reino Unido)

Popularmente conocido como ‘el Pepinillo’, se trata de uno de los rascacielos del distrito financiero de Londres. El apodo por el que se le conoce se debe precisamente a su innovador diseño que tiene forma de espiral y recuerda a un pepinillo. Gracias a su curioso diseño de 180 metros de altura, la torre emplea únicamente la mitad de energía que otros edificios parecidos, pues tiene un sistema de ventilación de aire parecido a las esponjas marinas y las anémonas; la estructura exoesquelética neofuturista permite que la ventilación fluya por todo el edificio. Sus arquitectos fueron Norman Foster, Ken Shuttleworth y su construcción comenzó en 2001.

Proyecto Edén (Reino Unido)

Este complejo se encuentra en un una cantera de barro cerca de la aldea de Bodelva, en Cornualles (Reino Unido). Fue diseñado por el arquitecto Nicholas Grimshaw, y se inspiró en la forma de las burbujas de jabón con sus bóvedas semiesféricas y transparentes. El complejo formado por ocho volúmenes de semiesferas cortadas y adyacentes divididas en dos zonas (cada una con un bioma), alberga una fantástica colección de especies vegetales de bosque tropical y mediterráneo. Las cúpulas están formadas por paneles hexagonales y pentagonales fabricados con plástico adosados a una estructura de acero.

Eastgate Center (Zimbabue)

El arquitecto Mick Pierce reconoció que el diseño del edificio está inspirado en una colonia de termitas y en la forma que tienen los insectos de hacer sus túneles. El Eastgate Center cuenta con una densa red de agujeros y tuberías que le proporcionaban un sistema de refrigeración natural altamente sofisticado. Se inauguró en Harare, capital de Zimbabue, en 1996 y ofrece un inmenso espacio comercial y para oficinas y negocios.

Ministerio de Asuntos Municipales y Agricultura (Qatar)

Aunque el proyecto fue anunciado en 2009 y no llegó a realizarse, el que podría haber sido la sede del Ministerio de Asuntos Municipales y Agrícolas de Qatar merece una mención honorífica. Ideado por la firma Aesthetics Architects GO Group, el Qatar Sprouts imitaba la forma y el funcionamiento de un cactus para ser biomiméticamente eficiente. El edificio hubiera contado con un sistema inteligente capaz de adaptarse a las condiciones climatológicas de cada momento, un sistema de tratamiento de agua y una bóveda con un jardín vegetal en su interior.

ACME

Memorial de las Naciones Unidas de Chungju (Corea del Sur)

También en 2009, la ciudad surcoreana de Chungju lanzó un concurso para diseñar un memorial de las Naciones Unidas para su Parque de la Paz. La empresa londinense ACME quedó en tercer lugar, pero realizó un proyecto que sigue asombrando por su diseño. El edificio de ACME consistía en un gigantesco cubo compuesto de estructuras hexagonales que encajaban entre ellas, de forma muy similar a como lo hacen las células vegetales.

Edificios con forma de animales

Los animales forman parte de la vida del ser humano desde sus orígenes más lejanos y primitivos. Po ello, no es de extrañar que hayan acabado sirviendo de inspiración para arquitectos. Por mencionar solo algunos, contamos con el Cat Kindergarten en forma de gato en Alemania, la tortuga del Centro Cultural Indígena de Niagara, el elefántico Ladprao Tuk Chang de Bangkok o el Dog Bark Park estadounidense.

Muy Interesante