Cuatro especies que se creían extintas reaparecen este 2023

Aunque las actividades humanas han llevado a la extinción a múltiples especies, la aparición de algunas da esperanza de que otras resurjan.

En la Biblia, Lázaro es un personaje que tras haber fallecido, Jesús regresa a la vida unos días después ante la incredulidad de quienes se encontraban allí. En Biología, las “especies Lázaro” es un término que se usa para referirse a especies que se consideraban extintas pero que reaparecen tiempo después.

A veces nos referimos a especies que sí están extintas y cuya aparición en el registro fósil se da en estratos – que corresponden a eras geológicas – muy separados. En otras tantas ocasiones, sobre todo actualmente, el término aplica para especies que los investigadores llevan decenas de años, incluso siglos sin observar, pero que reaparecen, vivitos y coleando.

Este 2023 se han encontrado al menos cuatro especies Lázaro que han sorprendido a los investigadores. Un pez, una almeja, una lagartija, un ave y un cánido, algunos de ellos dejaron de verse en tiempos recientes por lo que tal vez su estatus de extinto pudo haber sido exagerado, pero de uno de ellos ¡no hubo evidencia de su existencia por 40,000 años!

Pez mano moteado

Las aletas pectorales y ventrales de este curioso pez le dan la apariencia de tener patas, en lugar de aletas. Lo cual se refuerza por el hecho de poder desplazarse por el lecho marino con estas aletas. Este pez no está extinto como tal, pero en las costas de Tasmania sí se considera como extinto de forma local.

Aunque no está extinto como tal, para la región donde fue encontrado este avistamiento es el primero en casi dos décadas. / Nigel Marsh / iStock

Sin embargo, un pez manos muerto fue encontrado este mes en la costa, renovando las esperanzas de los investigadores de que haya poblaciones silvestres todavía en el área, debido a que a pesar de que antes era muy abundante desde 2005 no se habían observado esta especie de pez en la región, debido a la pesca incidental y la destrucción de su hábitat por la expansión de la industria pesquera.

Dragón sin orejas victoriano de las praderas

Tympanocryptis pinguicolla es un pequeño lagarto endémico – es decir, solo vive en una región particular del mundo – del estado de Victoria, en Australia. Se consideraba extinto desde 1969, cuando fue visto por última vez, debido a la destrucción de su hábitat.

La esperanza de aumentar los números poblacionales de este pequeño reptil están en un programa de reproducción. / Zoológico de Melbourne.

Durante décadas se pensó que seguía vivo después de múltiples observaciones de lagartos muy parecidos a esta especie, sin embargo, estos especímenes resultaron pertenecer a otras especies. La esperanza se renovó cuando una foto de un lagarto fue enviada a expertos, que lo identificaron como la especie extinta, desde entonces los investigadores buscaron las poblaciones para poder resguardar, proteger y promover su reproducción.

Aguará guazú

Considerado extinto por 200 años, el aguará guazú es un cánido que habita en las Pampas en el continente de América del Sur. El espécimen, considerado un juvenil, apareció en la provincia de La Pama, en Argentina.

Este cánido es de suma importancia espiritual para las culturas nativas de la zona. / Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Ante tal suceso, el Museo Provincial de Historia Natural de La Pampa pidió a la población que en caso de toparse con el aguará guazú, “simplemente lo observen”, de forma que el animal pueda volver a establecerse en la región de forma segura.

Tinamú del Magdalena

El primer avistamiento de Crypturellus erythropus saltuarius en 238 años se produjo el 3 de julio, cuando se encontró un ejemplar sin vida. Cristian Mauricio Cardona y Felipe Vasco son observadores de aves que tuvieron la fortuna de realizar este crucial hallazgo.

Algunos consideraban que podría ser otra ave, pero las evidencias concretan su reaparición. / Hernán Arias.

El tener el animal ante sí es de suma importancia, ya que permitió identificar y confirmar la especie, además de proveer de material genético para futuras investigaciones. Aunque claro, todavía harán falta observaciones del animal en vivo para poder estudiar aspectos biológicos como distribución, comportamiento y vocalizaciones

Cymatioa cooki

Esta especie de almeja representa el grado más extremo de especie Lázaro, ya que hasta ahora solo se había observado en el registro fósil, por lo cual lo más probable es que desde hace 40,000 años estuviera extinta.

Una almeja sumamente rara y cuya única evidencia se encontraba en el registro fósil. / Jeff Goddard.

Sin embargo, en 2018 el ecólogo marino Jeff Goddard observó esta pequeña almeja blanca y traslúcida de 11 milímetros de largo. La primera reacción de los investigadores fue que se trataba de una nueva especie, algo emocionante por sí mismo, pero cuando por fin encontraron más individuos para poder estudiarlos e identificarlos se dieron cuenta que en realidad no era así.

Su nombre de especie, cooki, no viene de galleta en inglés, sino de Edna Cook, una coleccionista de conchas aficionada que, entre una colección de 30,000 conchas, contribuyó a identificar esta “nueva-vieja” especie, creída extinta.

Descubrir nuevas especies es una de las grandes contribuciones de cualquier biólogo, taxónomo o ecólogo, pero el redescubrir una especie Lazaro, una que se creía extinta puede ser de igual valor e importancia.

Estos descubrimientos abren nuevas posibilidades para estudiarlas, conocer su papel en los ecosistemas, crear programas de recuperación de poblaciones y concientizar a la población del daño que causamos a los seres vivos con los que compartimos el planeta, y tal vez, evitar, ahora sí, su extinción.

Referencias:

  • Raffaella Ciccarelli. 2023. Spotted: handfish discovery at Primrose Sands is exciting scientists. Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO). Consultado el 28 de septiembre de 2023. 

Muy Interesante