Un fármaco común podría ayudar a restaurar la función en las extremidades después de una lesión medular

Una nueva investigación en ratones ha descubierto que un tratamiento a largo plazo con gabapentina, desarrollado inicialmente para tratar la epilepsia y recetado habitualmente para tratar el dolor, sobre todo de origen neuropático, podría ayudar a recuperar las funciones de movilidad de las extremidades después de una lesión medular.

Pixabay

En el estudio, los ratones tratados con gabapentina recuperaron más o menos un 60 por ciento de la función de sus patas delanteras en una prueba de habilidad al andar, comparado con una recuperación de aproximadamente el 30 por ciento en ratones que recibieron placebo.

El fármaco bloquea la actividad de una proteína que posee un papel clave en el proceso de crecimiento de los axones, las extensiones largas y estilizadas de los cuerpos de las células nerviosas que transmiten mensajes. La proteína detiene el crecimiento de los axones en los momentos cuando se forman sinapsis, permitiendo la transmisión de información hacia otra célula nerviosa.

La investigación mostró que la gabapentina bloquea la citada proteína, permitiendo en esencia que los axones crecieran más largos después de la lesión.

Lo observado, según Andrea Tedeschi, de la Ohio State University, indica que se produce una cierta recuperación espontánea en ratones sin tratamiento, pero que esta nunca es completa. En cambio, los ratones tratados aún tienen déficits, pero se desenvuelven notablemente mejor.

Dado que el fármaco ya está aprobado y por tanto se usa y se receta a pacientes, parece recomendable reconsiderar cómo se usa en la clínica. De hecho, la investigación podría influir en el tratamiento de otros trastornos neurológicos, como las lesiones y los infartos cerebrales.

La función recuperada en ratones sucedió después de cuatro meses de tratamiento, el equivalente a unos nueve meses en humanos adultos. En efecto, reconstruir y regenerar circuitos neuronales, sobre todo en el sistema nervioso central adulto, precisa tiempo, y el tratamiento podría ser prolongado, pero los resultados parecen aconsejarlo.

La lesión medular en los ratones del ensayo estaba situada cerca de la parte superior de la columna vertebral. Los humanos con este tipo de lesión medular pierden generalmente suficiente sensación y movimientos como para requerir asistencia en sus tareas cotidianas.

Después de recibir gabapentina durante cuatro meses, los ratones tratados fueron mejores a la hora de moverse a lo largo de una escalera horizontal y de extender sus dedos de las patas delanteras que los ratones no tratados. Cuando los investigadores usaron una técnica especial para silenciar las neuronas en la zona reparada, no hubo diferencia en la recuperación funcional entre los ratones tratados y los no tratados.

La gabapentina, además, sería conveniente proporcionarla mucho antes de lo que sería habitual en la medicina humana, ya que entonces el sistema nervioso podría ser más receptivo a la hora de programar un proceso de reparación adaptativo.

Revisando datos médicos publicados en 2017 se puso de manifiesto que las personas que recibieron anticonvulsivos (gabapentina o fármacos similares) poco después de una lesión medular, recuperaron función motora. No era una prueba clínica, pero el análisis mostró una asociación entre tomar esta clase de fármacos y recuperar fortaleza muscular.

Queda por delante averiguar cuándo administrar exactamente los fármacos y en qué cantidad para el tratamiento, y si estos se podrían combinar con otras intervenciones que ya se practican para promover la reparación de una médula espinal dañada en etapas crónicas.

NCYT