¿Si te pones debajo de un árbol durante una tormenta hay más posibilidades de que te caiga un rayo?

Esta práctica es la segunda causa principal de muertes relacionadas con los rayos.

Los rayos son uno de los fenómenos más impresionantes de la naturaleza que podemos observar, pero también peligrosos, sobre todo si nos encontramos al aire libre y la tormenta está cerca. En este caso, seguramente una de las recomendaciones que más hemos escuchado es la de no estar cerca de los árboles durante una tormenta porque estos pueden atraer los rayos. Pero, ¿es realmente cierto?

Los rayos son descargas eléctricas naturales que se producen cuando se acumula electricidad estática en la atmósfera, especialmente durante las tormentas eléctricas. Estos rayos se pueden desplazar de diferentes formas, ya sea de una nube a otra o de una nube a la superficie. Y, en todo esto, ¿qué tienen que ver los árboles?

Según la web EcologíaVerdelos árboles no son los únicos que atraen los rayos, sino que cualquier objeto puntiagudo que destaque a nuestro alrededor puede atraerlos. Esto es así porque al desplazarse, el rayo buscará el camino que actúe como mejor conductor para llegar al suelo. Así, un árbol, que presenta muchas partes puntiagudas, como las ramas, y puede llegar a estar bastante separado del suelo y elevarse a gran altura, atraerá fácilmente los rayos.

El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) confirma en su página web que quedarse debajo de un árbol durante una tormenta eléctrica no es seguro. De hecho, esta práctica es la segunda causa principal de muertes relacionadas con los rayos, aunque las posibilidades de que le caiga uno a una persona es de cerca de 1 entre 500.000. En concreto, indican que los hombres tienen cinco veces más probabilidades que las mujeres de que les caiga un rayo.

¿Qué hacer en caso de tormenta eléctrica?

Si nos encontramos en una zona urbana, los pararrayos podrán evitar que los rayos alcancen el suelo en la mayoría de los casos. Aun así, deberemos evitar caminar por suelos húmedos, no encender fuego si tenemos chimenea, evitar ducharnos y alejarnos de las cañerías de agua, cerrar puertas y ventanas y permanecer alejados de ellas, mantenernos alejados de objetos metálicos, y desconectar aparatos eléctricos.

Igualmente, si nos encontramos en el campo, lo mejor será desprendernos de cualquier objeto metálico o apagarlos (es seguro utilizar los móviles si no están conectados a ninguna toma eléctrica). También es importante no correr, sobre todo si estamos mojados, evitar las zonas muy abiertas o despejadas donde nosotros seamos el punto más elevado y evitar resguardarnos debajo de los árboles, especialmente si son árboles solitarios. Si nos encontramos en un lugar abierto, podremos ponernos en cuclillas, con las rodillas y los pies juntos, la cabeza baja y las manos sobre las orejas, pero sin recostarnos, ya que los rayos crean corrientes eléctricas en la superficie que pueden ser mortales a unos 30 metros de donde caen. De esta forma estaremos bajos pero tocando el suelo lo menos posible. También es aconsejable separarse de un numeroso grupo de personas, así se reducirá la cantidad de lesiones en caso de que caiga un rayo; y evitar estar dentro de vehículos y estructuras abiertas. Lo más seguro será un vehículo o refugio completamente cerrado.

Recuerda que los rayos pueden caer incluso cuando no hay lluvia y dos veces en un mismo punto. Además, cerca del 10% de las personas a las que les cae un rayo muere, principalmente por un ataque cardiaco, por lo que deberemos extremar las precauciones en situaciones como estas.

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