¿Qué tipo de galaxia es el más propenso a albergar vida inteligente?

Desde hace algunos años, existe en la comunidad científica un debate sobre en qué clase de galaxia hay más probabilidades de que exista alguna civilización alienígena.

Una galaxia elíptica, M87. / NASA / ESA / Hubble Heritage Team (STScI/AURA) / P. Cote (Herzberg Institute of Astrophysics) / E. Baltz (Stanford University)

En una investigación de 2015 se presentó la teoría de que las galaxias elípticas gigantes tienen 10.000 veces más probabilidades que las galaxias espirales como la nuestra, la Vía Láctea, de albergar planetas con civilizaciones avanzadas y fuerte desarrollo tecnológico.

Sus mayores probabilidades, argumentaron los autores del estudio de 2015, se deben a que las galaxias elípticas gigantes albergan muchas más estrellas y tienen bajas tasas de explosiones de tipo supernova, que son potencialmente letales para las formas de vida en planetas en órbita a ellas y hasta para los de sistemas solares cercanos.

Sin embargo, el astrofísico Daniel Whitmire, ahora en la Universidad de Arkansas en Estados Unidos, ha completado una investigación cuyos resultados contradicen esa conclusión del estudio de 2015 de que hay muchísimas más probabilidades de vida inteligente en las galaxias elípticas que en las espirales.

Whitmire cree que el estudio de 2015 contradice una regla estadística llamada principio de mediocridad, también conocido como el Principio de Copérnico, que establece que, a falta de pruebas en contra, un objeto o alguna propiedad de un objeto debe considerarse típico de su clase y no atípico, o sea común, ordinario, vulgar o mediocre.

A lo largo de la historia de la ciencia, el principio se ha empleado varias veces para predecir nuevos fenómenos físicos, y también cuando Isaac Newton calculó la distancia aproximada a la estrella Sirio suponiendo que el Sol es una estrella típica y luego comparando el brillo relativo de ambos.

“El estudio de 2015 tuvo un serio problema con el principio de mediocridad”, argumenta Whitmire. “En otras palabras, ¿por qué no estamos viviendo en una gran galaxia elíptica? Para mí esto levantó una bandera roja”.

Según el principio de mediocridad, la Tierra con su sociedad tecnológica residente debería ser típica, no atípica, entre los planetas con civilizaciones tecnológicas. Eso significa que su ubicación en una galaxia espiral también debería ser típica. Pero el estudio de 2015 sugiere lo contrario, que la mayoría de los planetas habitables no estarían ubicados en galaxias similares a la nuestra, sino en grandes galaxias elípticas.

En el nuevo estudio, Whitmire sugiere una razón por la que las grandes galaxias elípticas podrían no ser idóneas como cunas de vida: Estaban inundadas de radiación letal cuando eran más jóvenes y pequeñas, y pasaron por una serie de sucesos tremendamente violentos protagonizados por cuásares, así como por supernovas y otros estallidos estelares.

“La evolución de las galaxias elípticas es totalmente diferente a la de la Vía Láctea“, recalca Whitmire. “Estas galaxias pasaron por una fase temprana en la que hubo tanta radiación que habría destruido completamente las condiciones de habitabilidad de cualquier planeta en cada galaxia elíptica y, posteriormente, la tasa de formación de estrellas, y por lo tanto, de cualquier nuevo planeta, se redujo esencialmente a cero”. O sea que ya no hay nuevas estrellas formándose y todos los planetas y lunas, esencialmente casi tan viejos como lo son ya las estrellas existentes, en torno a las cuales se formaron, fueron esterilizados en algún momento de su historia, más pronto que tarde.

Whitmire argumenta que si los planetas habitables que albergan vida inteligente son poco probables en las grandes galaxias elípticas, donde residen la mayoría de las estrellas y planetas, entonces por defecto las galaxias como la Vía Láctea serán las cunas primarias de estas civilizaciones, como se espera por el principio de mediocridad.

NCYT