¿Puede la altura de la planta donde trabajemos influir en ciertas decisiones que tomemos?

Las personas dependemos de profesionales como por ejemplo gestores financieros y abogados, para conseguir la máxima objetividad al tomar decisiones técnicas complejas que nos afectan directamente, referentes a nuestras inversiones económicas y gestiones legales, pero las conclusiones a las que se ha llegado en un nuevo estudio sugieren que un factor inesperado y chocante podría estar influyendo en decisiones de esa clase en más casos de lo creído.

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En una serie de experimentos, el equipo de Sina Esteky, profesor de marketing en la escuela de negocios de la Universidad de Miami en Estados Unidos, encontró que las personas que se hallaban a una mayor altura en un edificio de oficinas estaban más dispuestas a correr riesgos financieros.

En bastantes personas, esa elevación física dentro de un edificio de oficinas con respecto a la calle promueve un efecto subconsciente de sensación de poder. Esta mayor sensación de poder resulta en un comportamiento de excesiva autoconfianza, que se traduce en aceptar un mayor nivel de riesgo que el que resultaría prudente en condiciones normales.

En un estudio piloto, los investigadores analizaron datos de más de 3.000 fondos de cobertura (hedge funds) en todo el mundo y que suponían unos activos superiores a 500.000 millones de dólares. Correlacionaron el nivel de volatilidad de los fondos con el número de la planta donde se encontraba la empresa, el cual variaba desde el primero hasta el 96. Los investigadores encontraron una ligera pero significativa correlación entre una altura mayor y la volatilidad de los fondos.

El equipo de Esteky llevó a cabo también un experimento en el que los participantes se hallaban a nivel de la calle o en la tercera planta de un edificio universitario, y a quienes se les pidió que tomaran 10 decisiones con diferentes niveles de riesgo y de beneficio potencial. De nuevo, los investigadores hallaron que los participantes acomodados en la tercera planta elegían frecuentemente opciones más arriesgadas que sus homólogos en la planta baja.

Aunque las implicaciones de lo encontrado podrían ser inquietantes para los consumidores que, a la hora de tomar decisiones racionales, dependen de ellos mismos o de expertos contratados, hay que tener en cuenta que el efecto de la altura se desvaneció cuando se informó a los participantes de que la altura de la planta influye en el comportamiento. El efecto también desapareció cuando las personas no podían ver que estaban en una planta más alta, como ocurre en despachos sin ventana al exterior.

NCYT