¿Planta medicinal tradicional capaz de combatir a la malaria farmacorresistente?

No pocos medicamentos de uso habitual y considerados “modernos” provienen en realidad de remedios tradicionales, de mucho tiempo atrás, basados en vegetales y hongos. Otros de estos remedios han quedado arrinconados por medicamentos basados en otros principios activos y que son más eficientes o que lo eran hasta recientemente. El problema de la farmacorresistencia en microbios está obligando a rescatar viejos remedios que antaño se emplearon contra ellos y a investigar de nuevo, con los ojos de la ciencia moderna, a los remedios de los que derivan medicamentos actualmente en uso, a fin de recopilar datos que ayuden a resolver el problema de la farmacorresistencia.

Esta planta contiene un compuesto que actúa contra el parásito culpable de la malaria. / Adaptada de ACS Omega, 2023, DOI: 10.1021 / acsomega.3c00235. CC BY-NC-ND

El equipo de Jean-Christophe Séguin y Normand Voyer, de la Universidad Laval en Quebec, Canadá, ha identificado los compuestos más importantes de las hojas de cierta planta medicinal del género Rhododendron que fue muy usada tradicionalmente como remedio por los indígenas americanos de la zona de Nunavik en Canadá, y ha demostrado que uno de ellos tiene actividad contra el parásito culpable de la malaria o paludismo.

Las plantas del género Rhododendron son pequeños arbustos perennes de hojas vellosas que se maceran para hacer infusiones utilizadas comúnmente por los inuit y otros pueblos indígenas en Canadá y Estados Unidos. Según se dice, las bebidas preparadas con las hojas o las raíces de esta planta pueden ayudar a tratar resfriados o gripe, dolores de cabeza o de estómago, congestión nasal y muchas otras dolencias. Estudios anteriores han demostrado que los aceites esenciales extraídos de las plantas de este tipo tienen propiedades antimicrobianas, lo que podría ayudar a combatir a los microbios que se han vuelto resistentes a los antibióticos.

La planta de la especie Rhododendron subarcticum crece en las condiciones más duras del subártico, desde Alaska hasta Siberia, justo al sur del Círculo Polar Ártico. A pesar de su uso común como medicina tradicional, su composición química y sus posibles aplicaciones antimicrobianas habían sido objeto de muy poca investigación científica. Así que Séguin, Voyer y sus colegas quisieron caracterizar por primera vez la composición de la Rhododendron subarcticum y poner a prueba su actividad antiparasitaria.

El equipo recolectó hojas de Rhododendron subarcticum en Nunavik, una región del norte de Quebec. Los investigadores extrajeron el aceite esencial de las hojas y lo analizaron con varias técnicas, identificando 53 compuestos. Resultó que el 64,7% del aceite estaba compuesto por ascaridol, seguido de p-cimeno con un 21,1%. Esta combinación de compuestos no se había descrito anteriormente en plantas estrechamente emparentadas, aunque sí en algunas originarias de Europa y Asia.

Para comprobar si este aceite esencial tenía propiedades antipalúdicas, el equipo expuso dos cepas de Plasmodium falciparum, un parásito causante de la malaria, al aceite o solo al ascaridol. En el experimento, una de las cepas era resistente a los fármacos antipalúdicos conocidos. Los datos mostraron que el ascaridol era el principal componente que actuaba contra ambas cepas del parásito, lo que concuerda con el efecto de otros remedios tradicionales antiparasitarios también ricos en este compuesto.

Los investigadores enfatizan que los resultados de su estudio refuerzan la importancia de proteger e investigar las plantas utilizadas en la medicina tradicional, especialmente las de climas más castigados por el cambio climático global.

El estudio se titula “Chemical Composition and Antiplasmodial Activity of the Essential Oil of Rhododendron subarcticum Leaves from Nunavik, Québec, Canada”. Y se ha publicado en la revista académica ACS Omega.

NCYT