Nuevos detalles sobre el movimiento del polvo de la superficie de Marte

Al ser la atmósfera marciana mucho más fina que la terrestre (unas 150 veces menos densa), el polvo en suspensión determina muchas de sus propiedades térmicas y cómo se calienta y se enfría. Por ese motivo, conocer el comportamiento del polvo es muy importante.

El Perseverance ha realizado observaciones que han permitido conocer mejor los mecanismos por los que se levanta el polvo de la superficie de Marte. / NASA JPL / Caltech / ASU / MSSS / SSI

El 18 de febrero de 2021 llegó a Marte la misión Mars 2020 de la NASA y sobre la superficie del cráter Jezero comenzó a operar el rover robótico Perseverance, un auténtico laboratorio móvil autónomo. Uno de sus instrumentos es la estación meteorológica MEDA, que ha sido desarrollada en el Centro de Astrobiología, dependiente conjuntamente del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en España. En MEDA se cuenta con la colaboración del Grupo de Grupo de Ciencias Planetarias de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), que dirige el catedrático Agustín Sánchez Lavega. El análisis de los datos que va proporcionando MEDA está permitiendo profundizar en la conducta del polvo al levantarse de la superficie.

Un estudio al respecto ha finalizado recientemente. En él han participado, entre otros, los profesores de la UPV/EHU Ricardo Hueso, Agustín Sanchez Lavega y Teresa del Río-Gaztelurrutia y el estudiante de doctorado Asier Munguira.

“Podemos decir que ahora empezamos a comprender las condiciones necesarias para levantar el polvo de la superficie de Marte. Y este es un elemento clave, porque el ciclo de polvo del planeta rojo nos ayudará a entender mejor la meteorología global de Marte”, explica Ricardo Hueso, segundo autor del estudio.

Este estudio se ha centrado en los fenómenos que levantan el polvo en la superficie de Marte, incluyendo los remolinos de polvo llamados ‘dust devils’ y los vientos racheados capaces de producir grandes polvaredas. De hecho, gracias a los datos recopilados sobre el viento, polvo, temperatura y otras variables atmosféricas, el equipo internacional que ha realizado la investigación ha concluido que el cráter Jezero, elegido como lugar de estudio de la misión Mars 2020 porque, aunque hoy es un desierto, hace miles de millones de años estaba totalmente inundado, es uno de los lugares más activos y favorables para levantar grandes cantidades de polvo de su superficie.

Los vientos diurnos son ascendentes y, en general, intensos, mientras que de noche los vientos detectados son descendentes y más débiles. “Es la interacción de estas corrientes de viento con la superficie la que produce estos fenómenos de levantamiento de polvo masivo”, indica Hueso. El polvo de la atmósfera de Marte, al depositarse sobre la superficie, puede cubrir paneles solares e imposibilitar la buena marcha de algunas misiones espaciales de superficie. Sin embargo, este no es un aspecto preocupante para el robot Perseverance, que utiliza energía nuclear para sus operaciones.

De hecho, “conocer la atmosfera de Marte hoy no solo es fundamental para entender su pasado cuando Marte era un planeta potencialmente habitable, sino también para preparar la exploración humana de Marte que esperamos pueda desarrollarse en las próximas décadas”, añade Ricardo Hueso.

En otro estudio, en el que ha participado el grupo IBeA de la UPV/EHU, que dirige el catedrático Juan Manuel Madariaga, así como uno de los firmantes del estudio antes mencionado, el estudiante de doctorado Asier Munguira, se han analizado las primeras grabaciones de sonido en la tenue atmósfera de Marte.

Como desvelan las grabaciones, en la atmósfera de Marte se producen fenómenos acústicos diferentes a los terrestres, como, por ejemplo, la dispersión del sonido en diferentes frecuencias del espectro audible humano, o una mayor atenuación del sonido con la distancia debido de nuevo a la baja densidad atmosférica.

Este estudio se basa en los datos del micrófono del instrumento SuperCam, en cuyo desarrollo participó el grupo IBeA y que recoge sonidos naturales producidos por el viento en el cráter Jezero. Asimismo, en las grabaciones se pueden escuchar sonidos artificiales producidos por las aspas del helicóptero robótico Ingenuity, el compresor del instrumento MOXIE y los ruidos del rover y sus ruedas al desplazarse por Marte, así como los sonidos producidos por la ablación que genera el láser del instrumento LIBS (parte de SuperCam), de cuyo análisis se pueden inferir propiedades de los materiales examinados en Marte.

El primer estudio se titula “The dynamic atmospheric and aeolian environment, of Jezero crater, Mars” y se ha publicado en la revista académica Science Advances. El segundo se titula “In situ recording of Mars soundscape” y se ha publicado en la revista académica Nature.

NCYT