¿Nuevas evidencias de una partícula desconocida en el CERN?

Hallan, por segunda vez, discrepancias con las predicciones del Modelo Estandar.

El experimento LHCb, uno de los cuatro principales del colisionador LHC

Hace apenas unos días y durante un seminario en el CERN, el centro europeo de física que alberga el mayor colisionador de partículas del mundo, los científicos del experimento LHCb, uno de los cuatro principales del complejo, presentó un nuevo análisis de datos que revela, por segunda vez en poco tiempo, una inexplicable discrepancia con el Modelo Estandar, la gran teoría que describe los componentes de la materia y las fuerzas que los gobiernan. Los intrigantes datos correspondían al modo en que una partícula en concreto, el mesón B0, se descompone durante las colisiones.

Anteriores análisis ya habían revelado la misma discrepancia y esta vez, con el doble de desintegraciones analizadas, los resultados no han variado. Se abre paso, pues, la idea de que los investigadores se han topado con “algo” que no está previsto en las teorías. Algo, sí, ¿pero qué?

El mesón B0 está formado por un quark “fondo” y un quark “abajo”, y se descompone en un mesón K* (que contiene un quark “extraño” y un quark “abajo”) además de un par de muones adicionales. Los científicos califican este proceso de “raro”, ya que el Modelo Estandar predice que solo debería producirse en una de cada millón de desintegraciones del mesón B0. Cosa que no está sucediendo.

¿A qué se debe la extraña discrepancia?

Según algunas extensiones del propio Modelo Estandar, la razón de esta sobreabundancia podría achacarse a un tipo desconocido de partículas. Partículas que, además, también podrían explicar la extraña distribución de los ángulos de los productos de la desintegración del B0, también observada por los científicos.

En estudios anteriores, el equipo del LHCb ya encontró una desviación de las predicciones de la teoría en un parámetro que se calcula a partir de las distribuciones angulares, conocido como “P5”. Y en este nuevo estudio, hecho precisamente para comprobar esa diferencia, no solo persiste la discrepancia, sino que se extiende también a otros prámetros diferentes al P5.

Sin embargo, tanto los nuevos como los anteriores resultados tienen una significación estadística de tres desviaciones estándar (3 sigma), y en física de partículas, para dar un descubrimiento por bueno, es necesaria una significación estadística de 5 sigma. Por lo tanto, es demasiado pronto para determinar con absoluta certeza si la desviación observada es estadísticamente significativa y si, de ser así, se debe realmente a la acción de una partícula desconocida.

“Es un momento muy emocionante para hacer lo que llamamos `física de sabores´-afirma Mat Charles, Coordinador de Física del experimento LHCb- En este y en otros análisis relacionados, seguimos viendo tensiones con el Modelo Estandar. Aún no sabemos en qué resultará este misterio (no se ha alcanzado aún el nivel de prueba irrefutable), pero estamos ansiosos por ver la próxima ronda de resultados, que volverán a duplicar el número de eventos”.

ABC