“No hay pruebas de que no existan los universos paralelos”

¿Existen universos paralelos? ¿Qué es eso de que existe un mundo en el que tomamos una decisión completamente contraria a la que ejecutamos en realidad? ¿Es ciencia ficción? Sonia Fernández-Vidal, escritora y divulgadora científica española, habló con Sputnik sobre esta y otras cuestiones, todas mucho más cerca del mundo real de lo que imaginamos.

© Foto: Sonia Fernández-Vidal

Universos paralelos a la vuelta de la esquina

La noticia cubrió gran parte de la prensa a principios de septiembre: un equipo de investigadores de la Universidad de Yale había conseguido teletransportar una puerta cuántica entre dos cúbits —la unidad mínima de información cuántica—. Es algo indispensable para, en el futuro, lograr construir ordenadores cuánticos cuyo lenguaje no esté compuesto por simples ceros y unos, sino por ceros y unos que coexistan a la vez y simultáneamente en el mismo lugar.

El hito abre la puerta a que al final sí hayan existido durante todo este tiempo universos paralelos. ¿Existe un mundo en el que hemos girado a la izquierda por la calle en lugar de a la derecha? ¿Uno en el que Donald Trump trabaja de camarero en una cafetería de Casablanca?

“¡Pues no estaría mal!”, bromea. Sonia nació en Barcelona en 1978. Lejos de ser una simple escritora de ciencia ficción, se doctoró en Óptica e Información Cuántica en la Universidad Autónoma de Barcelona, trabajó en el Gran Colisionador de Hadrones del CERN codeándose con premios Nobel durante el desayuno y en el Laboratorio Nacional Los Álamos de Estados Unidos. De sus peripecias por los centros de investigación científica más prestigiosos del planeta y de su experiencia en el campo de la ciencia ha llegado a la conclusión de que, por lo menos, no hay pruebas de que no existan universos paralelos.

“Que se haya logrado teletransportar una puerta cuántica no implica sí o sí que existan. Una de las interpretaciones de la mecánica cuántica sí que pone de manifiesto que la superposición es el resultado de una superposición de universos, pero esa es solo una de la interpretaciones, por lo que el hito no es suficiente para confirmar si existen o no. Como mínimo, no lo desmiente”, explica.

Eso sí: advierte que se están dando pasos agigantados para conseguir que los ordenadores cuánticos sean una realidad.

Sonia Fernández-Vidal, autora de libros para niños de entre 9 y 99 años. / © FOTO: SONIA FERNÁNDEZ-VIDAL

Autobuses en dos direcciones

El concepto de universos paralelos está bastante difundido en el imaginario colectivo, prosigue Sonia. Precisamente gracias a la ciencia ficción. Pero “los universos paralelos existen en muchas teorías que para nada lo son”.

“Cada vez estamos más cerca”, avisa Sonia, una de las cien personas más creativas del mundo según la revista Forbes.

“Uno de los padres de la física cuántica, Hugh Everett, aseguraba que una partícula subatómica podía ir a la vez tanto a la derecha como a la izquierda y que, en vez de destruirse una de las dos probabilidades, lo que pasaba era que una de esas dos opciones sobrevivía en uno de esos universos paralelos”. Pone de ejemplo un autobús: “En algún universo paralelo, el autobús que ha girado a la izquierda también ha girado a la derecha”.

Aquí la cosa está en que nosotros no vemos dos autobuses yendo en dos direcciones a la vez, añade. “Eso es lo que llamamos ‘colapso de la función de onda'”, señala a Sputnik. Para el observador, las superposiciones desaparecen y escogen una de las dos opciones, pero la otra sigue existiendo en otro lugar y con ella todas las decisiones que no tomamos.

Sin embargo, como explica Sonia “es una teoría un poco cara”. Y es que, de ser cierta, “existirían infinitos universos paralelos, uno por cada decisión que tomamos”.

La ciencia, hecha fácil

Lo que podría parecer un tema apto solo para quienes pasan por el CERN también resulta serlo para los más pequeños. Lo consigue Sonia en su obra ‘La puerta de los tres cerrojos‘ (Destino); una trilogía cuya segunda parte, ‘La senda de las cuatro fuerzas‘, fue publicada en 2018 y muy bien acogida. El primer libro se ha traducido ya a 12 idiomas. Su intención es que sean pedagógicos, explica a Sputnik.

“No se trata solo de transmitir información o conocimiento, sino sobre todo de transmitir la pasión por conocer, por despertar el interés de los niños por acercarse a la ciencia y por descubrir que la ciencia es más divertida y emocionante de lo que imaginamos”, explica Sonia a Sputnik, para quien la edad ideal para acercarse a ‘La puerta de los tres cerrojos’ está comprendida “entre los 9 y los 99 años”.

‘La puerta de los tres cerrojos’ es una trilogía cuya segunda parte, ‘La senda de las cuatro fuerzas’, acerca la ciencia a los más pequeños y a los más mayores / © FOTO: SONIA FERNÁNDEZ-VIDAL

Científicos… ¡y científicas!

Acercar la ciencia a los más pequeños lo consigue en otra de sus obras, ‘Quantic love‘ (La Galera). Una novela romántica ambientada en aquel CERN que tan bien conoce. “La intención del libro no era otra que acercar, al público adolescente y femenino, a la ciencia”, subraya. Un público femenino que es minoría, por desgracia, en los círculos científicos de los que ella forma parte. “En el mundo de la ciencia trabajamos mucho en solucionar el problema de género”. Advierte que los hombres son mayoría en la profesión y que se llevan a cabo esfuerzos por atraer a mentes jóvenes y femeninas “a un campo tan apasionante como es la ciencia”.

“Si decimos a nuestros lectores que cierren los ojos y se imaginen a un científico, será el típico señor mayor canoso con dos bolígrafos en la bata blanca. Está bien romper esos estereotipos”, defiende Sonia.

Cuestión de tiempo

Reconoce que el reto en ‘La senda de las cuatro fuerzas’ siempre ha sido explicar con términos simples conceptos científicos tan complejos como los universos paralelos y la física cuántica. “Ha sido lo más complicado al escribirlo”, dice. De ahí que haya optado —y con éxito— por utilizar la imaginación —la fantasía— y mezclarla con arquetipos. Las cuatro fuerzas fundamentales de la naturaleza —la gravitacional, la electromagnética, la nuclear débil y la nuclear fuerte— son en el libro cuatro doncellas a las que el protagonista debe rescatar recorriendo cuatro sendas que abren cuatro puertas.

“Para explicar conceptos bien complejos como el de la decoherencia cuántica, tuve que traerlo al campo de la fantasía y explicarlo con una leyenda. Tuve que convertir la decoherencia en un personaje de leyenda, en una niña pequeña”, pone como ejemplo.

¿Seguirán siendo las experiencias por las que pasan los personajes de sus libros simple ciencia ficción o se harán realidad el día que avance la ciencia lo suficiente? Sonia nos saca de dudas:

“Como decía Arthur C. Clarke —escritor y científico británico y autor de obras de la talla de ‘2001: una odisea en el espacio’—, cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”. Solo es cuestión de tiempo.

Sputnik