Los dinosaurios viajaron 10.500 kilómetros desde Sudamérica a Groenlandia por un cambio climático

Los dinosaurios herbívoros pudieron haber atravesado América del Sur para llegar a Groenlandia hace unos 214 millones de años tras recorrer unos 10.500 kilómetros gracias a un cambio climático generado por la caída de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera.

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Así se explica en un estudio realizado por Dennis Kent, científico del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), y Lars Clemmensen, de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), en un estudio publicado este lunes en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’.

Anteriormente, se sugirió que los sauropodomorfos -un grupo de dinosaurios herbívoros de cuello largo como los de los géneros ‘Brontosaurus’ y ‘Brachiosaurus’- llegaron a Groenlandia en algún momento hace entre 225 y 205 millones de años.

Al emparejar minuciosamente patrones de magnetismo antiguo en capas de rocas de sitios fósiles de Sudamérica, Arizona, Nueva Jersey, Europa y Groenlandia, el nuevo estudio ofrece una mayor precisión porque apunta que los sauropodomorfos aparecieron en la actual Groenlandia hace unos 214 millones de años. Entonces, todos los continentes se unieron y formaron el supercontinente Pangea.

No obstante, los autores se enfrentaron a otra pregunta porque si los registros fósiles muestran que los dinosaurios sauropodomorfos aparecieron por primera vez en Argentina y Brasil hace unos 230 millones de años, por qué tardaron tanto tiempo en expandirse al hemisferio norte.

“En principio, los dinosaurios podrían haber caminado de casi un polo al otro”, indica Kent, que añade: “No había ningún océano en el medio. No había grandes montañas. Y, sin embargo, tardaron 15 millones de años. Es como si los caracoles pudieran haberlo hecho más rápido”. Si una manada de dinosaurios caminara sólo un kilómetro y medio al día, tardaría menos de 20 años en migrar desde Sudamérica hasta Groenlandia.

Curiosamente, la Tierra estaba bajo de una gran caída de CO2 atmosférico justo en el momento en que los sauropodomorfos habrían estado migrando hace 214 millones de años. Hasta hace unos 215 millones de años, el período Triásico había experimentado niveles de CO2 extremadamente altos -alrededor de 4.000 partes por millón, unas 10 veces más altos que en la actualidad-, pero la concentración de CO2 en la atmósfera se redujo a la mitad -hasta unas 2.000 partes por millón- hace entre 215 y 212 millones de años.

BARRERAS CLIMÁTICAS

Aunque podría ser pura coincidencia la caída del CO2 atmosférico y la migración de los sauropodomorfos, Kent y Clemmensen creen que ambos episodios pueden estar relacionados. En el estudio sugieren que niveles más suaves de dióxido de carbono pudieron haber ayudado a eliminar las barreras climáticas que pueden haber atrapado a los sauropodomorfos en América del Sur.

En la Tierra, las áreas alrededor del ecuador son cálidas y húmedas, mientras que las zonas adyacentes en latitudes bajas tienden a ser muy secas. Kent y Clemmensen recalcan que las diferencias entre esos cinturones climáticos pueden haber sido extremas en un planeta sobrecargado de CO2, quizás demasiado extremas para que los dinosaurios sauropodomorfos las cruzaran.

“Sabemos que, con más CO2, lo seco se vuelve más seco y lo húmedo se vuelve más húmedo”, apostilla Kent. Hace 230 millones de años, las altas concentraciones de CO2 podrían haber hecho que los cinturones áridos se secasen demasiado para soportar los movimientos de grandes herbívoros que necesitan comer mucha vegetación para sobrevivir. Los trópicos también pudieron haber estado atrapados en condiciones lluviosas similares a las de un monzón y poco ideales para los sauropodomorfos.

Pero cuando los niveles de CO2 bajaron hace 215 entre 212 millones de años, las regiones tropicales se suavizaron y las regiones áridas se volvieron menos secas. Es posible que algunos pasillos, como ríos y cadenas de lagos, ayudaran a sustentar a los herbívoros a lo largo del viaje de unos 10.500 kilómetros hasta Groenlandia, donde ahora abundan sus fósiles. En ese entonces, Groenlandia habría tenido un clima templado similar al clima actual del estado de Nueva York, pero con inviernos mucho más suaves porque en ese momento no había capas de hielo polar.

“Una vez que llegaron a Groenlandia, parecía que se habían asentado”, indica Kent, que agrega: “Después de eso, permanecieron como un largo registro fósil”.

La idea de que una caída en el CO2 podría haber ayudado a estos dinosaurios a superar una barrera climática es especulativa pero plausible y parece estar respaldada por el registro fósil, según Kent.

No se han encontrado fósiles de cuerpos de sauropodomorfos en las regiones tropicales y áridas de este periodo de tiempo, aunque sus huellas aparecen ocasionalmente, lo que sugiere que no permanecieron en esas áreas.

Diario Siglo XXI