La ética en la era digital

¿Alguna vez has pensado qué pasa con los datos que ingresas en internet? ¿Cómo protegerte en la era digital? Descúbrelo en este artículo.

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A medida que la tecnología avanza, es necesario realizar una reflexión sobre el mundo actual en el que vivimos. Atendiendo a ello, exploraremos en este artículo de qué se trata la ética digital, sus principios, ejemplos y aplicaciones.

La necesidad de una norma en este ámbito ayuda a pensar qué lugar ocupamos en el mundo digitalizado que habitamos. El objetivo es no perder la batalla hombre vs computadora, si es que tal enfrentamiento existe. En los próximos apartados se analiza esta cuestión.

¿Qué es la ética digital?

Según un artículo publicado por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, la ética digital es el estudio del comportamiento ético y profesional en los medios digitales. En ese sentido, lo que busca este campo de conocimiento es fortalecer la seguridad de la información que se proveen a los usuarios.

Sabemos que, de manera constante, ofrecemos datos a los sistemas informáticos. Contar con una perspectiva ética de este acto tan común es útil para el futuro tratamiento de la información.

Por tanto, la ética aplicada al mundo digitalizado, busca mediar entre el ser humano y la tecnología en cuanto a su uso responsable se refiere. Además, nos plantea cuestiones relativas a posibles daños y perjuicios, debido a la omisión de ciertas normas.

Principios de la ética digital

Lo ético en el ámbito digital busca preservar al ser humano y a su dignidad como persona, frente al avance tecnológico. Debido a ello, se combina no solo la dimensión ética, sino también el derecho.

Por ejemplo, uno de los ítems del informe ENIA del Gobierno de España es establecer un marco ético y normativo para reforzar los derechos individuales y colectivos, con el fin de garantizar la inclusión y el bienestar de los usuarios y las partes involucradas en el empleo de estas herramientas tecnológicas.

Este informe no es el único que enumera una serie de principios éticos que problematizan las nuevas tecnologías generativas artificiales. En varios países europeos emergen normas al respecto, que intentan regular y proteger a los seres humanos en el ámbito digital.

Al respecto, la Universidad Pontificia Comillas realizó una síntesis de estas reglas, con el propósito de establecer principios éticos relevantes que enseguida pasamos a comentar:

  • transparencia,
  • no maleficencia,
  • uso responsable,
  • justicia y equidad,
  • libertad y autonomía,
  • confidencialidad de la información privada.

Ejemplos de ética digital

Una vez que sabemos cuáles son estos principios, podemos explorar algunos ejemplos en los que se aplica la ética en esta área, tales como el uso responsable de redes sociales, el manejo de datos, el ciberacoso, el ciberdelito y la inteligencia artificial.

Uso responsable en redes sociales

El uso responsable en redes sociales, según la Universidad de Zaragoza, es ser conscientes con lo que publicamos, pues todo queda inmortalizado en la web. Además, otro aspecto importante implica la protección de los datos personales especificados en los términos y condiciones de las redes sociales, algo a lo que, de manera probable, ninguno de nosotros damos valor.

Ética en el uso de datos personales

El uso de datos personales en el internet, en ciertos escenarios, tiene fines maliciosos o positivos. En este sentido, un artículo del Banco Internacional de Desarrollo sostiene la necesidad de proteger la seguridad y privacidad de los datos personales. ¿Cómo hacerlo? Los ejes a considerar a la hora de emplear esta información sensible son los siguientes:

  • eficiencia,
  • transparencia,
  • responsabilidad,
  • compromiso con los derechos y libertades ciudadanas.

Además, este tratamiento de la información tiene que contemplar el consentimiento, el anonimato y garantizar la seguridad de los datos. Esta gestión ética aplica a lo largo de toda su vida útil, es decir, siempre estar presente.

Ciberacoso y ciberdelitos

La falta de una ética aplicada a los medios digitales y, de manera principal, a las redes sociales, quizás derive en actividades de ciberacoso. Este es definido como aquellos comportamientos que, mediante el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones, generan hostigamiento a los individuos (Verdejo Espinosa, 2015). Estas conductas implican los siguientes factores:

  • vigilancia,
  • amenazas,
  • falsas acusaciones,
  • suplantación de la identidad,
  • uso de datos personales sin consentimiento.

Otra modalidad del ciberacoso es el ciberbullying. De acuerdo con Unicef, este consiste en el uso de internet y la conexión online de juegos o aplicaciones, para infringir acoso psicológico entre pares.

Por último, el grooming es otra forma del ciberacoso. En este caso, se trata del acoso ejercido por un adulto hacia un menor de edad. El primero busca generar de manera deliberada una relación, con el fin de cometer abuso sexual.

Ética e inteligencia artificial

La ética aplicada a la inteligencia artificial es una propuesta centrada en el humano (Cortina Orts, 2019). En este sentido, se trata de comprender que la inteligencia artificial es un instrumento que mejora o ayuda a los seres humanos. Por tanto, los sistemas inteligentes deben estar subordinados a las personas.

Este es el motivo por el cual hay una proliferación de reglas que buscan orientar de manera ética a la inteligencia artificial. La base de estas propuestas es la confianza en los sistemas inteligentes. Así se recrea el precepto de que todas estas leyes y orientaciones se enmarcan en el reconocimiento de la autonomía humana frente a las nuevas tecnologías.

Riesgos de la falta de ética digital

En la era digital actual, la falta de aspectos éticos acarrea riesgos significativos, uno de ellos es la aplicación ilegítima de la inteligencia artificial.

Relativo a este tema, en un artículo de la Universidad Nacional de Costa Rica se señala que la política es un campo afectado, pues mucha información fundamental para su ejercicio legítimo podría afectarse por herramientas tecnológicas con tendencia a la manipulación de campañas electorales, por ejemplo.

El mundo privado de cada uno de nosotros también puede perjudicarse. La privacidad cada vez es más limitada por la invasión tecnológica carente de ética. Junto con ello, los datos e información navegan por la red sin que sepamos muy bien a dónde se dirigen. Un uso ético en la era digital proporciona un mayor control y resguarda nuestra integridad. 

LMEM