Estudio sugiere que pasar mucho tiempo ante una pantalla produce daños cerebrales en los niños

Resonancias magnéticas muestran que niños de 9-10 años que pasan mucho tiempo con smartphones o tablets se sufren alteraciones en el córtex cerebral.

En el que es el estudio más grande hasta la fecha en medir los efectos de la tecnología digital en el cerebro de los niños, investigadores del National Institute of Health de Estados Unidos han hallado indicios de que pasar mucho tiempo ante una pantalla afecta negativamente la cognición. El estudio, que cuenta con fondos de 300 millones de dólares y está programado para hacerse de manera longitudinal durante varios años, midió el impacto de la tecnología a través de imágenes de resonancia magnética y pruebas de aprovechamiento en más de 4 mil 500 niños.

Tan sólo pasar más de 2 horas ante una pantalla ya modifica la estructura del cerebro de un niño de entre 9 y 10 años de edad, si bien se notaron efectos drásticos en niños que pasan 7 horas o más al día ante pantallas, algo que parece una barbaridad pero no es del todo fuera de lo común. Los efectos, con tan sólo 2 horas diarias de uso, se muestran en cosas como memoria reducida, disminución de la habilidad perceptual y menor puntaje en pruebas de IQ.

En el caso de los niños que pasan 7 horas al día ante una pantalla se observó un adelgazamiento del córtex, algo similar a un envejecimiento. Estos resultados no implican necesariamente que haya daños cerebrales por el uso de las pantallas -aunque lo sugieren fuertemente-, y necesitan ser analizados a profundidad. Sin embargo, el hecho de que en la misma investigación se encontró una disminución en pruebas de inteligencia en niños que usan mucho estos aparatos, parece ser un fuerte indicador en esa dirección.

Aunque aún quedan por determinar cosas que para los científicos son importantes y éstos se manifiestan cautos, resulta bastante evidente que pasar mucho tiempo ante una pantalla afecta la cognición, y de los primeros resultados se puede deducir que no favorablemente. Algo que, por otra parte, no era necesario que fuera dicho por los científicos; cualquier persona que mantiene cierta claridad de juicio ya se había dado cuenta de que el uso prolongado de smartphones y tablets que predomina en nuestra civilización no es exactamente un semillero de genios.

Los investigadores dijeron que existe “una preocupación de que estamos en medio de una especie de experimento fuera de control con la nueva generación de niños”, lo cual suena sumamente delicado. ¿Acaso, en nuestro afán de seguir creciendo económicamente y en nuestra apuesta ciega por la tecnología, hemos hipotecado el cerebro de nuestros hijos?

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