Encuentran que la adicción a las drogas tiene fuertes vínculos con un antiguo retrovirus

Un antiguo retrovirus, el HK2, se encuentra con más frecuencia en los adictos a las drogas y, por lo tanto, se asocia significativamente con la adicción.

La adicción a las drogas podría tener alguna relación con huellas génicas que provienen de un antiguo retrovirus del ADN. Así lo planteó un grupo internacional de genetistas. Aún no se conoce completamente cómo funciona la relación entre uno y otro.

Los especialistas a cargo de la investigación emitieron un comunicado con su descubrimiento el 25 de septiembre de 2018. Allí afirman que el genoma humano está presente en múltiples huellas génicas de diferentes retrovirus. Gikkas Magiorkinis, uno de los investigadores, advirtió que, aunque la presencia de esos antiguos virus es considerada inofensiva, algunos pueden llegar a tener consecuencias que incluyen el desarrollo de cáncer.

El retrovirus endógeno humano tipo K, también conocido como HK2, es uno de estos microorganismos. Al contrario de ser inofensivo, afecta la liberación de dopamina.

Antes de comenzar la investigación, se conoció que ese retrovirus estaba asociado con el gen RASGRF2, responsable de la liberación de dopaminas en el cerebro. Ese descubrimiento hizo que muchos estudios se centraran en el gen y su influencia en la adicción del alcohol y de las drogas. Un estudio de 2013 afirmó que RASGRF2 tiene gran importancia en el desarrollo de la adicción al alcohol en adolescentes.

El nuevo estudio

De acuerdo con los hallazgos recientes, el HK2 es capaz de alterar los genes correspondientes a la adicción. Los investigadores piensan que hay muchas posibilidades de que, al integrarse con el genoma, tenga un impacto en el desarrollo de dependencias. Puede llegar a manipular la expresión y roles que tienen los genes.

Para la investigación, se analizaron muestras de ADN correspondientes a 200 pacientes con virus de inmunodeficiencia humana (VIH). También se evaluaron muestras de pacientes con hepatitis C. Una parte de ese grupo obtuvo el virus por medio de inyecciones intravenosas de heroína u otra sustancia similar.

El estudio reveló que la integración del retrovirus en el gen era 2,5 veces más frecuente en los pacientes de VIH y 3,6 veces más frecuente en pacientes de Hepatitis C que consumían drogas. Esta comparación se hacia frente a los pacientes que no tenían esos hábitos.

La revista especializada PNAS -Proceedings of the National Academy of Science- publicó el estudio. Los investigadores destacaron que la inserción del HK2 en el gen RASGRF2 no es muy común. Ocurre solo en entre 5% y 10% de la población.

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