El efecto de dormir sobre los recuerdos traumáticos

Las personas que han sufrido experiencias psicológicamente traumáticas, como por ejemplo un accidente grave, una catástrofe natural o una agresión física, así como personas que por su oficio son testigos de sucesos perturbadores, como por ejemplo los bomberos, suelen tener, a su pesar, recuerdos muy lacerantes de las experiencias negativas vividas. Una nueva investigación ha explorado la influencia que tiene el dormir sobre el grado de consolidación de tales recuerdos.

William Vanderheyden usando microscopía fluorescente para identificar células promotoras del sueño en el cerebro de una rata. / Cori Kogan, Washington State University

Los resultados de este estudio, realizado por el equipo de William Vanderheyden, de la Universidad del Estado de Washington en Estados Unidos, sugieren que aumentar la cantidad de horas dormidas inmediatamente después de una experiencia traumática puede mitigar las consecuencias psicológicas negativas.

Vanderheyden hizo el descubrimiento después de una serie de experimentos con ratas en los que él y Christopher Davis examinaron los vínculos entre dormir poco y la incidencia del trastorno de estrés postraumático, una afección psiquiátrica que solo en Estados Unidos afecta a unos 8 millones de personas cada año.

Las personas con trastorno de estrés postraumático a menudo experimentan pesadillas y otros tipos de perturbaciones del sueño, como despertarse muchas veces durante la noche e insomnio, tal como explica Vanderheyden. Se sospechaba desde hacía tiempo que esas perturbaciones del sueño podían causar un mayor deterioro cognitivo y empeorar los efectos del trastorno de estrés postraumático o el trauma inicial. Los autores del estudio se propusieron averiguar si la reparación de las alteraciones del sueño asociadas a la exposición a un hecho traumático podría ayudar a aliviar los síntomas del trastorno de estrés postraumático.

En unos experimentos con ratas, estas fueron repartidas entre dos grupos. En las ratas de un grupo, los investigadores usaron estimulación optogénica para activar la hormona concentradora de melanina (que promueve el sueño) durante un período de siete días. En el otro grupo, no se aplicó tratamiento alguno a las ratas.

Comparando los dos grupos, los investigadores encontraron que la estimulación optogenética aumentó la duración del período descrito como “sueño de movimientos oculares rápidos” (“sueño REM”, por sus siglas en inglés). Es en esta fase cuando los seres humanos y otros animales superiores soñamos. Se cree además que esta fase es importante para el aprendizaje y la memoria.

Los investigadores luego evaluaron el comportamiento de las ratas en un experimento de condicionamiento clásico de tres días que incluía una tarea de memoria. El primer día, las ratas aprendieron a asociar un sonido audible con la experiencia ligeramente desagradable de recibir una pequeña descarga eléctrica en un pie inmediatamente después de escuchar el sonido. Después de haber ocurrido varias veces esta combinación de sucesos, las ratas se mostraban alarmadas después de escuchar el sonido, anticipando la descarga eléctrica. En el segundo día, escucharon el tono 30 veces sin recibir la descarga, lo que les permitió apagar gradualmente ese recuerdo. El tercer día, los investigadores reprodujeron el sonido 10 veces para ver hasta qué punto la extinción del recuerdo del día anterior había progresado. Descubrieron que las ratas que habían recibido estimulación optogenética para aumentar su tiempo de sueño habían extinguido con más éxito el recuerdo, alarmándose menos que las ratas que no habían recibido el tratamiento.

“Esto señala que hay una ventana de tiempo sensible durante la cual, si se interviene para mejorar el sueño, se podría potencialmente evitar los efectos negativos del trauma”, destaca Vanderheyden. “Por el contrario, parece probable que si el individuo se mantiene más horas despierto después de un trauma, esto pueda ser potencialmente dañino para su función cognitiva, aunque no hemos puesto a prueba esto directamente como parte de nuestro estudio”.

NCYT