Despega una nueva aventura humana hacia la Luna

Todo listo para el primer lanzamiento de la misión lunar Artemis I de la NASA.

En menos de una semana, este 29 de agosto, la misión Artemis I utilizará un megacohete del sistema de lanzamiento espacial de la NASA para lanzar una nave espacial Orion a la Luna. La histórica misión, la primera del programa Artemis de la NASA, que tiene como objetivo final devolver a los astronautas a la Luna, despegará del Centro Espacial Kennedy, en Florida. Será el estreno del megacohete Space Launch System (SLS), el cohete más poderoso de la historia construido por la agencia espacial estadounidense, y una prueba crítica de su nave espacial Orion.

La NASA ha confirmado mediante una reciente publicación oficial que la misión Artemis I está lista para lanzar un vuelo de prueba sin tripulación hacia la Luna, durante la próxima semana. El despegue está programado para el lunes 29 de agosto: será el primer paso de un proyecto que culminará en 2025 con un nuevo alunizaje. En ese momento, Artemis llevará nuevamente al ser humano a la Luna, transportando a la primera mujer y a la primera persona afroamericana hasta nuestro satélite natural.

PREPARANDO UN NUEVO ALUNIZAJE CON PRESENCIA HUMANA

Artemis I lanzará un megacohete SLS de 98 metros junto a su cápsula Orion, en una misión de 42 días que se propone dar la vuelta a la Luna y regresar a la Tierra. La NASA ha indicado que se trata de su primera misión de regreso a la Luna con una nave espacial con capacidad de tripulación en 50 años, ya que el último lanzamiento de este tipo se llevó a cabo en 1972. Además, se trata del primer vehículo propio de la agencia espacial estadounidense en despegar desde que la NASA retiró su flota de transbordadores espaciales hace más de 10 años.

De acuerdo a lo planificado por los técnicos y científicos estadounidenses, Artemis I despegará de la plataforma 39B, la misma que fuera utilizada por la misión Apolo X para orbitar la Luna en 1969. Ahora, la nave Orion tardará aproximadamente una semana en alcanzar la órbita lunar, permaneciendo en esa ubicación durante aproximadamente 30 días, antes de regresar a nuestro planeta el 10 de octubre.

Los 42 días de la misión marcan un desarrollo más extenso que los vuelos estándar tripulados de Artemis, de aproximadamente 10 días, que ha planeado la NASA. Gracias a esto, tanto la NASA como la Agencia Espacial Europea (ESA), que construyó el módulo de servicio de Orion, tendrán tiempo para identificar cualquier inconveniente que deba resolverse antes del primer vuelo tripulado.

Por ejemplo, Orion incluirá un maniquí y torsos humanoides cubiertos con sensores para medir los efectos de la vibración y la radiación espacial en el cuerpo humano, mientras que 10 diminutos satélites CubeSat se desplegarán desde el SLS durante el vuelo, con el objetivo de poner a prueba las nuevas tecnologías de exploración de Artemis.

El primer vuelo tripulado será Artemis II, que la NASA espera lanzar en 2024. En tanto, Artemis III marcará el primer alunizaje del proyecto con tripulación humana: está previsto para 2025 y utilizará un módulo de aterrizaje SpaceX Starship, para llevar a los astronautas a uno de los 13 sitios candidatos en el Polo Sur de la Luna.

La NASA ha anunciado la identificación de 13 regiones candidatas para el aterrizaje cerca del Polo Sur de la Luna, en el marco de la tercera etapa de la misión Artemis, que devolverá al ser humano a la Luna. / Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA / YouTube.

LAS REGIONES CANDIDATAS

Precisamente, la NASA también informó hace unos días que ya ha identificado las 13 posibles regiones de aterrizaje para Artemis III. Cada zona mide aproximadamente 15 por 15 kilómetros: todas se encuentran ubicadas dentro de los seis grados de latitud del Polo Sur lunar y contienen diversas características geológicas.

Además de tener en cuenta las condiciones del clima espacial durante la fecha fijada para el lanzamiento, un equipo científico evaluó las regiones en función de su capacidad para propiciar un aterrizaje seguro, utilizando criterios que incluyen la pendiente del terreno, la facilidad de comunicación con la Tierra y las condiciones de iluminación, entre otros aspectos.

Según los especialistas, será diferente a cualquier misión anterior ya que los astronautas se aventurarán en áreas oscuras y previamente inexploradas por humanos, sentando las bases para futuras estadías a largo plazo. La combinación de estas características y de las nuevas tecnologías aplicadas a las naves espaciales prometen preparar el terreno para futuras misiones hacia el espacio profundo.

EPE