Casas de piedra seca, una tradición de antaño que vuelve a la moderna arquitectura bioclimática

Las casas de piedra seca, que la arquitectura bioclimática ha vuelto a encumbrar al podio de las más deseadas, vuelven para quedarse definitivamente en nuestra retina paisajística.

Muro de piedra seca.

MUROS DE PIEDRA SECA, PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL

Y es que no es para menos. Después de recorrer España, y otros países como Grecia, Croacia, Francia, Eslovenia o Italia, en donde se ha usado para distintos tipos de construcciones, como los tradicionales muros en piedra seca, que actuaban de división del territorio o para delimitar el lugar del ganado, entre otros beneficios; la construcción de piedra seca renace de sus cenizas.

Los muros en piedra seca fueron nombrados por la UNESCO, Patrimonio Cultural Inmaterial, una técnica de construcción antiquísima que el hombre ha venido empleando en el medio rural, y que desde el Neolítico, se ha ligado con el desarrollo humano.

A pesar de que en nuestro país pueden verse por doquier en casi cualquier lugar fuera de las grandes urbes, desde el norte hasta el sur, pasando por las islas; lo cierto es que los nuevos arquitectos han querido retomar ese manejo de la piedra local para levantar y dar vida a proyectos singulares y personales.

Algo tan rudimentario como colocar a mano unas piedras encimas de otras, sin ningún tipo de conglomerado, con un carácter funcional, y edificado en muchos casos de forma fortuita, simplemente intentando cuadrar los espacios y usando la piedra que más se asemeja en la forma al hueco libre; parece tener además de una clara utilidad, un marcado aire primigenio en su estética.

PIEDRA SECA EN EL EXTERIOR Y EN EL INTERIOR DE LAS CASAS

Ese retorno a las formas básicas constructivas y a su aspecto estético, que se funde con el propio paisaje usando piedras de km cero y viniendo a ser un elemento más que no desentona, ya tiene numerosos arquitectos sumados a la causa de no dejar en declive un método muy efectivo.

Efectivo, porque realmente sirve como barrera contra las inclemencias climatológicas. Dede la lluvia, hasta el viento, la nieve o el propio sol. Procuran las casas de piedra seca un espacio protector bioclimático, que mantiene una temperatura constante a modo de cueva, en la que el frío exterior no llega a penetrar, y el sol abrasador del verano en España, no se nota en su interior, procurando una sensación de frescor en todo momento.

En muchas ocasiones se recubre todo el exterior, pero en otras penetra la piedra seca en las paredes interiores.

Eso unido a las últimas técnicas constructivas y los últimos adelantos tecnológicos han dado lugar a casas realmente confortables, en las que el coste energético es muy bajo. Sobre todo, si se adecúan para tener energías renovables, que proporcionen el resto de electricidad necesaria para mantener unas condiciones óptimas.