Camiseta que vigila el ritmo cardiaco de su portador

No hay necesidad de ponerse incómodos relojes inteligentes o correas en el pecho para medir la actividad del corazón si se dispone de una cómoda camiseta que puede hacer ese trabajo.

Lauren Taylor muestra una camiseta en la que se ha cosido un hilo de nanotubos de carbono. La camiseta así modificada proporciona una monitorización constante del corazón del usuario. / Jeff Fitlow / Rice University

Esa es la idea de la “ropa inteligente” desarrollada por un equipo que incluye, entre otros, a Lauren Taylor y Matteo Pasquali, ambos de la Universidad Rice en Estados Unidos.

El equipo cosió fibras de nanotubos en prendas de ropa deportiva para capacitar a estas a monitorizar el ritmo cardíaco y tomar un electrocardiograma continuo del usuario.

Las fibras son tan conductoras como los cables metálicos, pero son lavables, cómodas y mucho menos propensas a romperse cuando el cuerpo está en movimiento.

Cada fibra contiene decenas de miles de millones de nanotubos.

En general, para recopilar datos cardiacos de personas en movimiento la camiseta acondicionada por el equipo resultó ser incluso mejor que un monitor cardiaco portátil (Holter). Cuando la camiseta de nanotubos de carbono fue comparada con los monitores cardiacos tradicionales, resultó que los electrocardiogramas tomados por la camiseta eran ligeramente mejores.

Para que pueda hacer su trabajo, la camiseta no puede venirle grande al usuario sino que debe quedar bien ceñida, al menos en la zona del pecho.

Las fibras pueden coserse a máquina en la tela como si se tratara de un hilo normal.

Las fibras proporcionan no solo un contacto eléctrico constante con la piel del usuario, sino que también sirven como electrodos para conectar componentes electrónicos como por ejemplo transmisores Bluetooth que envíen datos a un smartphone.

Según los investigadores, las fibras tejidas en la tela también pueden utilizarse para incorporar antenas o LEDs. Unas pequeñas modificaciones en la geometría de las fibras y en la electrónica asociada podrían permitir que la ropa vigilase las constantes vitales, el nivel de esfuerzo físico o la frecuencia respiratoria.

Taylor señala que otros usos potenciales podrían ser interfaces humano-máquina para automóviles, robótica blanda, antenas, dispositivos para vigilancia de algunos parámetros del cuerpo humano, e incluso protección balística en uniformes militares o policiales. Al respecto de esto último, ella y otros demostraron en una investigación anterior que las fibras de nanotubos de carbono disipan mejor la energía que el kevlar, a igual peso. Este último material se emplea en chalecos antibala.

Taylor, Pasquali y sus colegas exponen los detalles técnicos de su innovación en la revista académica Nano Letters, bajo el título “Washable, Sewable, All-Carbon Electrodes and Signal Wires for Electronic Clothing”.

NCYT