Así era el ‘rey de la Antártida’, el primo de los dinosaurios que se expandió por la Tierra

Hallan una especie de reptil que vivió hace 250 millones de años, sólo dos millones de años después de la mayor extinción conocida en la Tierra.

Recreación de ‘Antarctanax shackletoni’ (izquierda) a punto de cazar un insecto y de otros arcosaurios de la época. / A. STROUP/MUSEO FIELD

Si hiciésemos un viaje en el tiempo, retrocediendo 250 millones de años, y fuéramos al territorio que hoy es la Antártida nos encontraríamos con un paisaje plagado de ríos y bosques y un clima que raramente sería muy frío. Un lugar muy distinto al continente helado que vemos ahora.

En ese ambiente se movía a sus anchas un primo de los dinosaurios, una criatura del tamaño de una gran iguana cuyos fósiles fueron encontrados en una expedición realizada entre diciembre de 2010 y enero de 2011. “Son los meses más cálidos y aún así las temperaturas eran gélidas”, recuerda Brandon Peecook, investigador del Museo Field de Chicago y autor principal del estudio.

Esta nueva especie del Triásico ha sido bautizada como El Rey de la Antártida(Antarctanax en griego). El apellido es un homenaje a Ernest Shackleton (1874-1922), famoso por sus pioneras expediciones al continente helado. Los detalles sobre cómo era Antarctanax shackletoni se describen esta semana en la revista Journal of Vertebrate Paleontology.

Antarctanax shackletoni era un arcosaurio, es decir, uno de los primeros parientes de los cocodrilos y los dinosaurios. “Por sí solo, se parece a un lagarto pero desde el punto de vista evolutivo se trata de uno de los primeros miembros de ese gran grupo de animales. Este fósil nos cuenta cómo los dinosaurios y sus parientes más cercanos evolucionaron y se extendieron por la Tierra”, relata Peecook.

El fósil hallado en la Antártida está incompleto pero aún así el equipo de Peecook ha podido hacer bastantes averiguaciones sobre el estilo de vida de este reptil. Creen que Antarctanax era un animal carnívoro que cazaba anfibios, parientes de los mamíferos e insectos de gran tamaño como los que vivían en aquella época.

Debía medir alrededor de un metro y, según detalla Peecook a través de un correo electrónico, la morfología del esqueleto parcial que han hallado indica que “probablemente era un adulto“, aunque no han podido determinar la causa de la muerte. “Sólo sabemos que su cuerpo acabó en un río“, señala.

Si hiciésemos un viaje en el tiempo, retrocediendo 250 millones de años, y fuéramos al territorio que hoy es la Antártida nos encontraríamos con un paisaje plagado de ríos y bosques y un clima que raramente sería muy frío. Un lugar muy distinto al continente helado que vemos ahora.

En ese ambiente se movía a sus anchas un primo de los dinosaurios, una criatura del tamaño de una gran iguana cuyos fósiles fueron encontrados en una expedición realizada entre diciembre de 2010 y enero de 2011. “Son los meses más cálidos y aún así las temperaturas eran gélidas”, recuerda Brandon Peecook, investigador del Museo Field de Chicago y autor principal del estudio.

Esta nueva especie del Triásico ha sido bautizada como El Rey de la Antártida(Antarctanax en griego). El apellido es un homenaje a Ernest Shackleton (1874-1922), famoso por sus pioneras expediciones al continente helado. Los detalles sobre cómo era Antarctanax shackletoni se describen esta semana en la revista Journal of Vertebrate Paleontology.

Antarctanax shackletoni era un arcosaurio, es decir, uno de los primeros parientes de los cocodrilos y los dinosaurios. “Por sí solo, se parece a un lagarto pero desde el punto de vista evolutivo se trata de uno de los primeros miembros de ese gran grupo de animales. Este fósil nos cuenta cómo los dinosaurios y sus parientes más cercanos evolucionaron y se extendieron por la Tierra”, relata Peecook.

El fósil hallado en la Antártida está incompleto pero aún así el equipo de Peecook ha podido hacer bastantes averiguaciones sobre el estilo de vida de este reptil. Creen que Antarctanax era un animal carnívoro que cazaba anfibios, parientes de los mamíferos e insectos de gran tamaño como los que vivían en aquella época.

Debía medir alrededor de un metro y, según detalla Peecook a través de un correo electrónico, la morfología del esqueleto parcial que han hallado indica que “probablemente era un adulto“, aunque no han podido determinar la causa de la muerte. “Sólo sabemos que su cuerpo acabó en un río“, señala.

Los fósiles de Antarctanax / BRANDON PEECOOK

El periodo en el que vivió este familiar de los dinosaurios difícilmente puede resultar más interesante para los paleontólogos. Y es que sólo dos millones de años antes, es decir, hace 252 millones de años, tuvo lugar la mayor extinción de la que se tiene noticia en nuestro planeta, que como se sabe, se formó hace unos 4.500 millones de años.

Aunque para nosotros sea mucho tiempo, dos millones de años es un instante en el mundo de la paleontología. Y las cifras de aquella gran extinción son sobrecogedoras. Los científicos calculan que se llevó por delante al 96% de las especies oceánicas y al 70% de los vertebrados terrestres. Así que los milenios posteriores son muy interesantes porque muestran cómo se las apañaron las especies que sobrevivieron y cómo surgieron otras nuevas para reemplazar a las que habían desaparecido.

A los arcosaurios como Antarctanax parece que les fue muy bien. Tanto ellos como los dinosaurios experimentaron un gran crecimiento y rápidamente se fueron expandiendo por nuestro planeta, que no estaba fragmentado en los continentes actuales. En lugar de estar separados por océanos, había un enorme continente llamado Pangea, la mayoría del cual estaba en el Hemisferio Sur y se encontraba rodeado por un enorme océano. Hasta hace unos 175 millones de años no empezó a fragmentarse.

Según Peecook, antes de la masiva extinción de hace 252 millones de años, los arcosaurios sólo vivían en las zonas cercanas al Ecuador. Después, se encontraban por todas partes. Sin embargo, admite que no saben cuándo y por qué esta especie se extinguió.

La Antártida que conocemos en la actualidad comenzó a surgir hace 34 millones de años que, como recuerda Peecook, es cuando empezó la glaciación masiva: “Hasta ese momento, era un continente verde”.

Brandon Peecook, autor principal del estudio, en el yacimiento Coalsack Bluff de la Antártida / ADAM HUTTENLOCKER/MUSEO FIELD

El paleontólogo cree que el continente helado es un lugar de enorme interés porque allí se encuentran tanto los nuevos animales que emergieron tras la extinción como criaturas que habían desaparecido en otras zonas. En su opinión, este continente “es uno de esos lugares de la Tierra, como el fondo del mar, que apenas hemos comenzado a explorar”. Él está deseando volver: “Siempre encontramos algo nuevo”.

LAS PLANTAS SE EXTINGUIERON PRIMERO

La hecatombe que hace 252 millones de años causó la mayor extinción conocida afectó primero a las especies de plantas. Así lo asegura una investigación de la Universidad de Nebraska-Lincoln publicada esta semana en Nature Communications.

El estudio describe cómo los volcanes del territorio que hoy es Siberia entraron en erupción, expulsando a la atmósfera gigantescas cantidades de carbono y metano durante dos millones de años.

El níquel que produjo aquellas erupciones hizo que algunas especies vegetales que vivían en la región que hoy es Australia se extinguieran 400.000 años antes que las especies marinas que finalmente resultaron afectadas.

Han llegado a esa conclusión tras analizar polen fosilizado en acantilados del sureste de Australia en 2017 y 2018. Según explica a este diario Chris Fielding, autor principal de la investigación, entre las especies que sobrevivieron a ese gran cataclismo figuran peces, crustáceos como el cangrejo o amonites (moluscos cefalópodos).

El Mundo